Mi amigo Julio Piña hace un tiempo me llevó de una oreja a grabar al Sello Mescalina. Pusimos en su disco dos poemas del Destilado de Mariposa. He estado escuchando la propuesta de esta bandita y resulta que cada vez me gusta más: es porque tiene la sabrosura, el rock y la sicodelia, elementos de los que estoy súper amigo. Los tracks poéticos me recuerdan mucho el momento del lanzamiento de ese libro: fue una noche lluviosa en el Colegio de Profesores de San Antonio, con muchos amigos, y que además terminó con una tokata hardcore a cargo de los Malestados. Hoy agradezco a Julio Piña por meterme en su ópera prima, y dejo por aquí los textos, por si alguien los quiere leer desde su fuente original, ya que el vocalista me dijo que algunos auditores le han estado preguntando cosas.
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